La música ha acompañado al ser humano desde tiempos remotos. Es muy probable que, en sus inicios, la percusión con pies y manos fuera la forma en la que los primeros humanos comenzaran a seguir un ritmo, pero no dejaron huella. Lo que sí sabemos ahora es que los primeros flautistas vivieron en Europa hace unos 43.000 años porque un equipo de arqueólogos europeos han encontrado dos flautas datadas en esta época.
Los investigadores encontraron, en 2009, ambos instrumentos en la cueva Geibenklösterle, en Alemania, un importante yacimiento del Paleolítico, ocupado por los primeros 'Homo sapiens' que colonizaron este continente tras su salida de África.
Flauta realizada con marfil de mamut hace 43.000 años |
Son, según publican en la revista 'Journal of Human Evolution', los primeros instrumentos musicales de la Humanidad. Una de las flautas está hecha con marfil de mamut y otra, mucho más delicada, se fabricó con el hueso radio de un buitre leonado.
Flauta fabricada con el hueso de un buitre leonado. |
Aunque en un principio se dijo que habían sido realizadas hace 35.000 años, y así se publicó en 'Nature' en 2009, ahora, gracias a un nuevo método de datación, se ha sabido que son unos 7.000 años más antiguas.
El equipo de investigadores, dirigido por el arqueólogo Tom Higham, de la Universidad de Oxford, ha utilizado un método de datación más sofisticado que el anterior, teniendo en cuenta la edad de los huesos de animales de las mismas capas geológicas, y eso es lo que ha permitido retrasar varios miles de años su ejecución.
"Estos resultados son consistentes con la hipótesis que hicimos hace varios años de que el río Danubio era una ruta muy utilizada en la expansión de los primeros humanos modernos y, por tanto, en esa zona de Europa Central hubo importantes innovaciones tecnológicas hace entre 40.000 y 45.000 años", apunta el coautor Nick Conard, de la Universidad de Tubinga, en un comunicado.
El hecho de que ya entonces existiera la música como una actividad creativa, da idea del desarrollo simbólico y de la cohesión social de aquellos primitivos grupos humanos de cazadores y recolectores.
Por entonces, aún faltaban unos 3.000 años para que el clima en el continente llegara a ser extremadamente frío, por lo que no es difícil imaginárseles en torno a un fuego imitando el canto de los pájaros con sus flautas, ya fuera para entretenerse o con algún sentido religioso.
No lejos vivían los neandertales, que aún no se habían extinguido. Hay quien arguye que, precisamente, el conocimiento de la música fue de las ventajas de los 'sapiens' frente a estos parientes europeos, dado que facilitó la cohesión social.
"Unos miles de años después, las temperaturas bajaron bruscamente y no sabemos qué efectos pudo tener ese cambio en los humanos que vivían entonces y que tuvieron que adaptarse a nuevas circunstancias", se pregunta Higham.
En esta misma cueva, aquellos humanos, de la llamada cultura auriñaciense creó el ejemplo más antiguo conocido de arte que debe representar a una persona, que se ha encontrado en la misma cueva en 2008: una estatua de hace 35.000 años, ha apuntado.
Fuente: elmundo.es
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